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El drama del PIOJO VERDE comentado en entradas anteriores, tuvo la continuación en otros episodios dignos de contar.La calamidad continuaba, los señores en su lucha por hacer una España Grande y Libre, dieron lugar a la aparición de una forma de especulación que se le llamó estraperlo,provocando que los latifundistas se convirtieran aún en más ricos y, lo que siempre ocurre, los pobres en más pobres y proliferaban los piojos y toda clase de parásitos de todos los colores. No deseo hablar por ahora de las piojeras, porque seguro que a más de uno se le está produciendo rasquiña, pero esto no fué el final, ni mucho menos, ¡eso sí! sabía usted que en esos años 40 así los llamabamos los españoles (vivos), se les concedió a los patriotas la célebre cartilla de racionamiento, con sus correspondientes cupones para el reparto de los alimentos, que consistía en la equitativa distribución de las "papas", el Régimen no quería ver gente gorda. Le diré otra cosa, eso del colesterol era el azúcar, según los galenos de entonces, o sea, el avance de la ciencia no había llegado todavía, los médicos de la época podían certificar si una persona estaba muerta y bien muerta, pero no sabían precisar de que había fallecido. Lo cierto es que las campanas de las iglesias no paraban de repicar, eso ocurría diariamente. Lo más indignante para mi, fue el dia que ví a varias mujeres de distintas edades bloqueadas y fuera de todo contexto,fué impactante verlas en la calle como un desfile de animales que van al matadero, pero atencíón ¿sabía usted que despues de detenidas, se les obligaba a tomarse un purgante?, luego se les rapaba la cabeza. Si hubo otra clase de violaciones no lo sé, pero lo cierto es que yo no encuentro calificativos para tanta maldad humana.
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